DE ANTONIO J. AGUIRRE
lunes, 15 de septiembre de 2025
RESEÑA: REY DE CRISTAL
ENTREVISTA A JOSÉ LUIS GUERRERO CARNICERO

martes, 9 de septiembre de 2025
RESEÑA: SUEÑO LETAL - METEMPSICOSIS
DE JOSÉ LUIS GUERRERO CARNICERO
Desde la primera página, Sueño Letal me atrapó con una propuesta tan original como inquietante: ¿y si los sueños fueran algo más que simples proyecciones del subconsciente? ¿Y si fueran el eco de una vida pasada, una puerta abierta a otra existencia? Esta novela explora con maestría el concepto de la metempsicosis —la transmigración del alma— y lo entrelaza con una trama de suspense que se despliega en dos líneas temporales perfectamente hiladas.La protagonista, Bea, es una joven que vive atormentada por pesadillas que
no solo la desvelan, sino que la sumergen en la vida de otra persona. Lo que
comienza como una inquietud psicológica se convierte en una carrera
contrarreloj para salvar su propia vida. La angustia que siente es tan vívida
que, como lector, uno no puede evitar compartir su desasosiego. Entra entonces
en escena Carlos, un psiquiatra con una mente abierta a lo inexplicable, y
Efrén, un experto en reencarnación. Juntos forman un trío que busca respuestas
en un terreno donde la ciencia y lo espiritual se rozan con delicadeza.
Lo que más me ha fascinado es cómo Guerrero Carnicero logra que el lector
transite entre el presente y el pasado sin perder el hilo. La segunda línea
narrativa nos lleva al Madrid de 1920, donde el inspector Néstor —un personaje
que merece su propia saga— investiga una serie de crímenes con la ayuda de su
asistente Andrés. La ambientación histórica está tan bien lograda que uno puede
sentir el aroma del café en las tabernas, el crujir de los adoquines bajo los
pasos del inspector, y el peso de una ciudad que empieza a modernizarse pero
aún guarda secretos oscuros.
La conexión entre ambas historias es uno de los grandes aciertos de la
novela. No se trata de un simple paralelismo, sino de una interdependencia
narrativa que se va revelando poco a poco, con giros inesperados y momentos de
auténtico vértigo. La prosa de Guerrero es directa, ágil, sin florituras
innecesarias, pero con una capacidad notable para crear atmósferas. Cada
capítulo deja con ganas de más, y el ritmo nunca decae.
Además, el autor consigue que los personajes secundarios tengan profundidad
y propósito. Efrén, por ejemplo, no es solo un sabio en lo esotérico, sino un
hombre con sus propias sombras. Y Néstor, con su mirada suspicaz y su método
deductivo, se convierte en una figura que uno desea seguir con más casos.
Al cerrar el libro, me quedé con esa sensación que solo dejan las buenas
historias: la de haber vivido algo intenso, misterioso y emocionalmente
resonante. Felicito sinceramente a José Luis Guerrero por esta obra tan bien
escrita y tan adictiva. Espero que el inspector Néstor regrese pronto, porque
su mundo —y el de Bea— aún tienen mucho que contar. Una lectura que recomiendo
sin reservas.
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domingo, 31 de agosto de 2025
RESEÑA: AMOR INFERNAL
DE LUCAS SICHEL
En Amor infernal, Lucas Sichel nos sumerge en una experiencia literaria que no da tregua. Desde el primer párrafo, el prólogo golpea con fuerza, dejando al lector en estado de alerta. Es un inicio que no busca seducir, sino sacudir, y lo logra con una crudeza que marca el tono de toda la novela. A partir de ahí, Sichel nos arrastra hacia atrás en el tiempo, en un flashback que nos presenta a Alejandro y Gabriela en su adolescencia, cuando la aparente inocencia aún no ha sido devorada por la oscuridad.Lo que sigue es un descenso implacable hacia la locura. Alejandro, el
protagonista, se convierte en el eje de una espiral de violencia, obsesión y
destrucción. La historia no se limita a narrar crímenes: los disecciona, los
expone sin filtros, y nos obliga a mirar de frente lo que muchos preferirían
ignorar. Sichel no suaviza los bordes; su prosa es afilada, directa, y a veces
incómoda, pero siempre efectiva. Cada escena está cargada de tensión, cada
diálogo revela capas ocultas de dolor y desesperación.
A medida que Alejandro se hunde en sus propios demonios, el vínculo con
Gabriela se vuelve cada vez más destructivo, arrastrando a ambos por un camino
sin retorno. Sichel se adentra sin miedo en los rincones más oscuros de la
psique humana, mostrando cómo el deseo puede mutar en una fuerza devastadora.
No hay alivio ni consuelo en esta historia: solo una mirada cruda y descarnada
a lo que ocurre cuando el amor se convierte en una prisión.
La ambientación, aunque secundaria frente al peso psicológico de los
personajes, contribuye a crear una atmósfera opresiva. Hay algo casi
cinematográfico en la manera en que Sichel construye sus escenas, como si cada
capítulo fuera un plano secuencia que nos obliga a seguir mirando, incluso
cuando quisiéramos apartar la vista.
Amor infernal no es una lectura cómoda, pero sí necesaria para
quienes buscan una narrativa que desafíe, que incomode y que deje huella.
Sichel demuestra que la literatura puede ser un espejo oscuro, pero también
revelador. Esta novela es un viaje al infierno íntimo de sus personajes, y una
invitación a explorar los rincones más perturbadores del alma humana.
viernes, 29 de agosto de 2025
RESEÑA: PELIGRO, ¡LOCAS A BORDO!
DE ELISABETH GILMORE
La historia
gira en torno a Estrella, una mujer que está a punto de casarse con un hombre
que, sinceramente, no parece hacerla feliz. Sus amigas, un grupo variopinto y
entrañable, deciden llevarla de despedida de soltera en un crucero por el
Mediterráneo. Pero lo que empieza como una escapada para celebrar, pronto se
convierte en una aventura de autodescubrimiento, risas descontroladas y
momentos que te hacen pensar.
Lo que más
me gustó fue cómo cada personaje tiene su propia voz. No son simples
acompañantes de la protagonista: todas tienen sus historias, sus heridas, sus
locuras. Y juntas forman un grupo que, aunque caótico, transmite una fuerza
increíble. Me reí muchísimo con sus ocurrencias, pero también me encantó leer sus
confesiones y la forma en que se apoyan unas a otras.
El estilo de
escritura es ágil, directo y muy visual. Me imaginaba perfectamente cada
escena: desde el tren rumbo a Barcelona hasta las noches de fiesta en el barco.
Todo está contado con tanto cariño y humor que funciona de maravilla.
Más allá de
la diversión, la novela también tiene profundidad. Me hizo pensar en cómo a
veces tomamos decisiones por inercia, sin escucharnos de verdad. Estrella, en
medio del caos, empieza a cuestionarse lo que realmente quiere, y ese proceso
me pareció muy honesto.
En resumen, Peligro,
¡locas a BORDO! es una lectura que recomiendo con entusiasmo. Es una
celebración de la vida, de la amistad y de la libertad personal, sin pedir
permiso. Una novela que te abraza con risas y te deja el corazón contento.
viernes, 15 de agosto de 2025
ENTREVISTA A ANTONIO J. AGUIRRE
RAÚL REYES: ¿Cómo te iniciaste en el mundo de la escritura?
ANTONIO J. AGUIRRE: Desde siempre la lectura ha sido uno de mis grandes hobbies,
y la novela negra, mi territorio favorito. Crecí devorando historias de
crímenes, giros inesperados y personajes llenos de matices. Con el tiempo, empecé
a acumular mis propias ideas y tramas en la cabeza… pero claro, escribir es
otra cosa. No basta con imaginarlo, hay que sentarse y darle forma. No me
decidí a dar el paso hasta que sentí que estaba preparado para desarrollarlo
como quería. Y cuando lo hice, descubrí que era mucho más que contar una
historia: era construir un mundo en el que podía perderme… y arrastrar al
lector conmigo.
R.R.: ¿Quiénes son tus principales influencias literarias y por
qué?
A.J.: He crecido leyendo a grandes escritores del género como
Lorenzo Silva o John Verdon y, más recientemente, Carmen Mola. Me fascina cómo
son capaces de construir no solo una trama, sino todo un mundo alrededor de sus
novelas. Admiro especialmente a los que saben dar vida a personajes que
transmiten, que te hacen sentir que podrías encontrártelos en la calle, con sus
luces y sombras. Personajes con los que te identificas y que te arrastran sin
remedio dentro de la historia. Ese es el tipo de literatura que me engancha
como lector… y la que intento ofrecer como escritor: que empieces una página y,
sin darte cuenta, ya no quieras soltar el libro.
R.R.: ¿Cómo describirías tu proceso creativo?
A.J.: Mi proceso creativo empieza con una chispa: puede ser una
imagen, una frase, una noticia… algo que se me queda rondando en la cabeza y
empieza a crecer. A partir de ahí, voy armando el esqueleto de la trama,
definiendo a los personajes y sus motivaciones. Me gusta tener claro hacia
dónde voy, pero no tanto el camino exacto: dejo espacio para que la historia me
sorprenda y para que los personajes tomen decisiones que, a veces, ni yo mismo
esperaba. También hay mucha documentación detrás, sobre todo en lo policial. Me
gusta que el lector sienta que lo que lee podría pasar perfectamente. Y luego,
claro, está la parte menos romántica: muchas horas, revisiones y cafés. Porque
las buenas ideas son el punto de partida, pero lo que las convierte en novela
es sentarse a escribir… incluso en esos días en que las musas parecen estar de
vacaciones.
R.R.: ¿Tienes alguna rutina para escribir?
A.J.: Trato de escribir cuando hay más tranquilidad en casa,
normalmente cuando todos duermen y el silencio se convierte en mi mejor aliado.
Aunque, a veces, una idea llega sin avisar y no te queda otra que salir
corriendo a escribirla antes de que se escape. Mi única gran rutina es
prepararme un café y sentarme con la mente despejada, sin que nada de mi vida
personal interfiera en la historia. Necesito estar al cien por cien dentro de
lo que escribo, como si durante esas horas el mundo real quedara en pausa y
solo existiera el de mis personajes.
R.R.: ¿En qué te inspiras para crear tus historias?
A.J.: Me inspiro en la vida real, en los problemas que nos rodean
y que, demasiadas veces, no se afrontan como deberían. La realidad es una mina
inagotable para la novela negra. Busco historias que, además de entretener,
inviten al lector a reflexionar sobre nuestra sociedad: la justicia, las
segundas oportunidades, los errores que marcan vidas. Creo que la ficción tiene
la capacidad de poner un espejo delante y mostrar cosas que, en el día a día,
preferimos no mirar… y esa es la clase de historias que me interesa contar.
R.R.: ¿Qué libros has publicado hasta la fecha?
A.J.: Hasta ahora he publicado dos novelas que forman parte del
universo del Inspector Santana. La primera es Caronte. Una vida por un peaje,
con la que gané el Premio Subur Negre de novela policíaca. La segunda es Rey de
Cristal, que continúa explorando el lado más oscuro y humano de mis personajes,
con una trama marcada por el suspense y los giros. Ambas están disponibles en
Amazon, en papel y en digital, y aunque se pueden leer de forma independiente,
quien las lea seguidas descubrirá que hay un hilo invisible que las conecta… y
que todavía tiene mucho que contar.
R.R.: ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor reto como escritor?
A.J.: Mi mayor reto ha sido superar el vértigo de la primera vez:
sentarme a escribir una novela completa, sin saber si sería capaz de
terminarla, y después tener el valor de mostrarla al mundo. Escribir no es solo
juntar palabras, es exponer una parte de ti, con todo lo que eso implica.
También ha sido un desafío mantenerme fiel a mi voz y a mis historias, sin
dejarme llevar por lo que “se supone” que vende o está de moda. Y, por
supuesto, encontrar el equilibrio entre la vida personal, el trabajo y esas
horas de escritura que muchas veces le robas al sueño. Pero, al final, todo
reto se convierte en aprendizaje… y en más ganas de seguir escribiendo.
R.R.: ¿Cómo te enfrentas a la página en blanco y a la falta de
inspiración?
A.J.: La página en blanco puede ser intimidante, pero también es
una invitación a empezar algo nuevo. Cuando la inspiración no aparece, no me
quedo esperando a que se digne a venir: me siento igual, aunque sea para
escribir un párrafo que después borre. A veces releo lo que ya tengo escrito,
otras busco estímulos fuera: una noticia, una conversación, una canción…
cualquier cosa que despierte una chispa. Y si nada funciona, me doy permiso
para alejarme un rato. Porque he aprendido que la inspiración es como un gato:
aparece cuando le da la gana… pero siempre te encuentra si sigues cerca.
R.R.: ¿Tienes algún método para trabajar la trama y los
personajes?
A.J.: Más que un método cerrado, tengo una forma de entender las
historias: me gusta que tanto la trama como los personajes respiren ambigüedad
moral. En la vida real, nadie es completamente bueno o malo, y en mis novelas
tampoco. Me interesa que el lector dude, que empatice incluso con quien no
debería, y que sienta que la línea entre víctima y culpable a veces es más fina
de lo que parece. Con los personajes busco una conexión auténtica: que se
sientan reales, con problemas, contradicciones y miedos como podríamos tener
cualquiera de nosotros. Y para lograrlo, necesito conocerlos bien antes de
empezar a escribir… aunque siempre les dejo margen para sorprenderme por el
camino.
R.R.: ¿Cuál ha sido tu obra favorita hasta el momento y por qué?
A.J.: Es difícil elegir, porque cada novela tiene algo especial y marca una etapa distinta para mí. Caronte. Una vida por un peaje fue mi primera publicación, la que me demostró que podía contar una historia larga y llegar a los lectores. Le tengo un cariño enorme por todo lo que significó y por abrirme las puertas de este camino. Pero Rey de Cristal me permitió crecer como escritor, arriesgar más con la estructura y profundizar en personajes que ya se habían ganado su sitio. Además, creo que es donde mejor he logrado esa mezcla de suspense, emoción y ambigüedad moral que tanto me gusta trabajar. Así que, si tengo que quedarme con una… diría que Rey de Cristal es la que más se acerca al escritor que quiero ser, aunque Caronte siempre será “la primera vez” y eso no se olvida.
R.R.: ¿Prefieres escribir un primer borrador a mano o en tu ordenador?
A.J.: Ordenador, siempre. Me resulta más rápido, más cómodo y me
permite corregir sobre la marcha sin que el texto acabe pareciendo un mapa de
tachones. Además, escribo a un ritmo que haría sufrir a cualquier bolígrafo… y,
seamos sinceros, mi letra no está preparada para una novela entera.
R.R.: ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar a
escribir?
A.J.: Que empiece. Parece obvio, pero es el paso que más se
retrasa. No esperes a tener “la idea perfecta” o “el momento ideal”, porque no
existen. Escribe, equivócate, borra, vuelve a escribir… y repite el proceso
hasta que sientas que la historia respira. Lee mucho, de todo y de todos los
géneros, porque eso alimenta tu voz como escritor. Y, sobre todo, no tengas
miedo a mostrar lo que haces. La crítica es parte del camino, y si la sabes
encajar, te hará crecer. Ah, y una última cosa: la disciplina importa más que
la inspiración. La inspiración es caprichosa, pero la constancia es la que
acaba llenando páginas.
R.R.: ¿Qué piensas que hace a una buena historia?
A.J.: Para mí, una buena historia es la que te agarra desde el
principio y no te suelta, no solo por lo que cuenta, sino por cómo te hace
sentir. Tiene que tener personajes que importen, que no sean perfectos, que se
equivoquen y te remuevan por dentro. Una trama que avance, que sorprenda, pero
que también deje espacio para respirar y reflexionar. Y, sobre todo, verdad.
Aunque sea ficción, si el lector no siente que lo que pasa podría ocurrir de
verdad, se rompe la magia. Todo lo demás —giros, ambientación, tensión— suma,
pero sin esa verdad, la historia se queda hueca. Y si además consigues que el
lector diga “un capítulo más y me voy a dormir”… y acabe viendo amanecer,
entonces sabes que has hecho bien tu trabajo.
R.R.: ¿Qué cambios has visto en la industria editorial en los
últimos años?
A.J.: Creo que el cambio más evidente es la democratización de la
publicación. Hoy en día, gracias a plataformas como Amazon, cualquier escritor
puede poner su libro al alcance de lectores de todo el mundo sin pasar por los
filtros tradicionales. Eso abre muchas puertas, aunque también significa que
hay muchísima más oferta y es más difícil destacar. También he visto un mayor
peso de las redes sociales: ahora no basta con escribir, tienes que saber
moverte, comunicar y crear una comunidad de lectores. El boca a boca sigue
siendo poderoso, pero ahora también pasa por un tuit, un reel o una reseña en
un blog. En resumen, creo que es un momento lleno de oportunidades para quienes
estén dispuestos a trabajar duro, adaptarse… y no perder de vista lo más importante:
escribir buenas historias.
R.R.: ¿Cuál es tu opinión sobre los talleres de escritura y los
cursos de escritura creativa?
A.J.: Creo que pueden ser muy útiles, sobre todo para adquirir
técnica, descubrir herramientas narrativas y aprender a mirar tu propio texto
con ojos críticos. Además, compartir con otros escritores en formación te ayuda
a salir de tu burbuja y a ver otras formas de contar historias. Eso sí, un
curso no te convierte en escritor de la noche a la mañana. La verdadera base
está en leer mucho, escribir más y no tener miedo a equivocarte. Un taller
puede guiarte y acortar el camino, pero la voz propia solo se encuentra
escribiendo… y escribiendo mucho. En resumen: son un buen impulso, pero la
carrera la corres tú, palabra a palabra.
R.R.: ¿Qué opinas sobre el impacto de la tecnología en el mundo de
la escritura y la lectura? ¿Has usado algún tipo de software para estilo,
corrección y/o redacción? ¿Por qué?/¿Por qué no?
A.J.: La tecnología ha cambiado por completo la forma en la que
escribimos, publicamos y leemos. Hoy tenemos acceso a bibliotecas enteras desde
el móvil, podemos publicar un libro desde casa y llegar a lectores en cualquier
parte del mundo. Eso es una oportunidad enorme, pero también un reto: hay tanta
oferta que destacar requiere más esfuerzo que nunca. En cuanto a la escritura,
utilizo la tecnología como una aliada. Trabajo en ordenador, me apoyo en
procesadores de texto y herramientas de organización para las tramas y
documentación. Pero no uso programas que me “reescriban” el estilo: creo que la
voz de un autor es algo que se construye con práctica, no con algoritmos. Sí
veo útil la tecnología para correcciones ortográficas o de formato, pero la
parte creativa prefiero que siga saliendo de mí, con mis aciertos y mis
errores. Al final, creo que la tecnología debe ser una ayuda… no el que escriba
por ti.
R.R.: ¿Qué opinas sobre la autopublicación?
A.J.: Creo que la autopublicación ha abierto una puerta enorme
para quienes, como yo, tienen una historia que contar y no quieren (o no
pueden) esperar a que una editorial tradicional apueste por ellos. Te da
libertad total para decidir el contenido, el diseño, el ritmo de publicación… y
eso es muy valioso. Por supuesto, también implica más trabajo: no basta con
escribir, tienes que cuidar la edición, la corrección, la portada, la
promoción… y hacerlo bien, porque el lector nota cuando algo está hecho con
mimo. Para mí, autopublicar ha sido una forma de aprender a todos los niveles,
de estar en contacto directo con mis lectores y de comprobar que una buena
historia puede encontrar su camino sin intermediarios. Eso sí, hay que
tomárselo con la misma seriedad que si firmaras con la editorial más grande del
mundo.
R.R.: ¿Has tenido experiencia con editores y publicación con
editorial? Cuéntame qué te ha parecido esta experiencia.
A.J.: Mi experiencia principal ha sido con la autopublicación, que
me ha dado una libertad creativa enorme y me ha permitido aprender de todo el
proceso, desde la primera palabra hasta ver el libro en manos de un lector. Sí
he tenido contacto con editoriales y editores, y creo que cuando hay una buena
comunicación y un interés real en tu obra, el trabajo conjunto puede ser muy
enriquecedor. Una buena edición profesional siempre suma: te ayuda a pulir el
texto, a detectar matices que se te pueden escapar y a darle a la obra un
acabado impecable. Al final, para mí lo importante es que el libro llegue al
lector en las mejores condiciones posibles, ya sea con editorial o
autopublicado. Lo demás son caminos distintos para el mismo objetivo.
R.R.: ¿Tienes futuros proyectos literarios de los que me puedas
hablar?
A.J.: Sí, ahora mismo estoy trabajando en mi tercera novela,
Heredero de Cenizas, que volverá a poner al inspector Santana en el punto de
mira… pero esta vez de una forma mucho más personal y peligrosa. Es un thriller
psicológico con tintes de novela negra, en el que un hombre que fue acusado y
condenado por un crimen que no cometió regresa para ajustar cuentas. A lo largo
de la historia, las víctimas, la investigación y las pistas irán revelando un
pasado que Santana preferiría mantener enterrado. Es una novela en la que
exploro la venganza, la justicia y la fina línea que separa el bien del mal,
con personajes cargados de ambigüedad moral y giros que no dejarán respirar al
lector. Si Caronte y Rey de Cristal fueron intensas, esta promete subir todavía
más la tensión.
R.R.: ¿Quieres añadir alguna cosa más?
A.J.: Solo agradecerte, Raúl, que me hayas hecho un hueco en tu blog y me hayas permitido mostrar un poco más de quién soy detrás de las novelas. Creo que entrevistas como esta ayudan a que el lector no solo conozca las historias, sino también la persona que las escribe, con sus manías, sus pasiones y sus motivaciones. Ojalá quienes lean estas líneas se animen a adentrarse en el universo del inspector Santana y descubran que, más allá de los crímenes y la tensión, también hay humanidad, emociones y verdades incómodas. Gracias de nuevo por este espacio y por dejarme compartirlo con tus lectores.
miércoles, 13 de agosto de 2025
FUERA DE COBERTURA
¿Cómo pude escribir Fuera de cobertura en solo 15 días?
lunes, 11 de agosto de 2025
RESEÑA - CARONTE: UNA VIDA POR UN PEAJE
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viernes, 8 de agosto de 2025
RAYOS, TRUENOS Y CENTELLAS
DE JOSÉ LUIS GUERRERO CARNICERO
miércoles, 30 de julio de 2025
CÓMO CONVERTIRTE EN UNA MUJER DE ALTO VALOR
DE EVELINE PETERMANN
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lunes, 28 de julio de 2025
EL ASCENSOR
DE ANA SÁNCHEZ BES
Ana Sánchez Bes nos regala un thriller que arranca como un vendaval y no suelta al lector hasta la última página. El ascensor es una de esas novelas que se leen con el corazón acelerado y los ojos en alerta, atrapados en una trama donde cada capítulo parece disparar una nueva pregunta y donde las respuestas nunca vienen solas. No voy a desvelar nada sobre la trama (que podréis leer en la sinopsis), sino preparar a quien esté leyendo esta reseña para lo que se le avecina si comienza a leerlo.Desde el primer capítulo, la autora despliega una escena cargada de tensión, misterio e incertidumbre, con personajes que irrumpen en la historia como piezas de un puzle aún por descifrar. La acción se desarrolla con un ritmo cinematográfico: rápido, visual, lleno de cortes bruscos y giros que obligan a releer párrafos para asimilar lo que acaba de suceder. El ascensor, que da título a la obra, se convierte en un escenario simbólico y físico donde se concentran muchos de los momentos más inquietantes y reveladores.
La prosa de Sánchez Bes es limpia, eficaz y sin florituras innecesarias. Su estilo accesible permite que la historia fluya con naturalidad, sin perder profundidad ni carácter. Cada frase está pensada para empujar al lector a seguir leyendo, como si se tratara de una secuencia de suspense bien editada. Esta sencillez no resta complejidad al relato, sino que lo hace más cercano, más intenso y más real.
Uno de los grandes aciertos de la novela es su capacidad para sorprender. Los giros narrativos llegan sin previo aviso y cambian el rumbo emocional de la historia con gran habilidad. No hay concesiones para lo predecible: lo que parece obvio se disuelve en la siguiente página. Y el desenlace, lejos de ser una resolución convencional, consigue dejar al lector reflexionando sobre lo leído, con esa mezcla de asombro y satisfacción que solo los buenos thrillers provocan.
El ascensor no es solo una novela de misterio. Es una experiencia inmersiva que juega con la percepción, que descoloca y atrapa. Ideal para quienes disfrutan de historias llenas de tensión, personajes ambiguos y atmósferas cargadas de inquietud. Si te gustan las tramas que no te dejan respirar, este libro es para ti.
Ana Sánchez Bes demuestra una vez más que el thriller, cuando se escribe con inteligencia y ritmo, puede ser arte. El ascensor es prueba de ello: una obra que no solo entretiene, sino que deja una huella indeleble en la memoria del lector.
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viernes, 25 de julio de 2025
LA QUIMERA DE EIDYN
DE F. MARADEI
FUERA DE COBERTURA
DE RAÚL REYES
Una ciudad a oscuras. Dos desconocidos. Veinticuatro horas para encontrarse... y cambiarlo todo.El 28 de abril de 2025, un gran apagón paraliza España. Sin redes, sin móviles, sin excusas. Iris, una diseñadora gráfica atrapada en una vida que ya no siente suya, y Nil, un técnico informático que regresó a Terrassa (Barcelona) tras una decepción amorosa, se cruzan por azar en un día sin electricidad… pero lleno de conexión.
Lo que empieza como un encuentro fortuito se convierte en una jornada intensa donde las máscaras caen, las heridas se abren y las emociones fluyen sin filtros. Entre risas, silencios compartidos, confesiones inesperadas y, más tarde, una noche en penumbra, ambos descubren que a veces solo hace falta un apagón para ver con claridad.
Pero cuando las luces regresan, ¿qué quedará de lo que compartieron? ¿Pueden veinticuatro horas cambiar el rumbo de una vida?
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lunes, 21 de julio de 2025
UNA BOYA PARA AHOGARTE
DE ADOLFINA ALCAÑIZ
Adolfina Alcañiz firma con Una boya para ahogarte un thriller policíaco lleno de tensión narrativa, giros inesperados y una atmósfera cargada de secretos. La novela nos introduce de lleno en la investigación liderada por la inspectora Elvira, una protagonista que rápidamente se gana la complicidad del lector por su mezcla de inteligencia, humanidad y determinación. La desaparición de una joven, que parece al inicio un caso aislado, se cruza con el asesinato del famoso futbolista Lorenzo Stran, y lo que comienza siendo una pesquisa convencional, pronto revela capas mucho más profundas.Elvira no es una heroína idealizada, sino una mujer astuta, con sus propias contradicciones, que investiga desde la intuición y la experiencia, pero también desde la empatía. A medida que avanza la investigación, se convierte en una suerte de brújula moral dentro de un entorno donde todos esconden algo. Su evolución emocional da cuerpo a la trama y permite que el lector se sienta implicado no sólo por lo que ocurre, sino por cómo lo vive ella.
Uno de los mayores logros de Alcañiz en esta novela es cómo construye la sensación de que nada es lo que parece. El lector acompaña a Elvira paso a paso, pero incluso ella parece ir a ciegas frente a un caso que se revela cada vez más inquietante. La autora sabe sembrar pistas, introducir personajes secundarios que añaden ambigüedad y misterio, y plantear interrogantes cuya resolución no se precipita, sino que se dosifica con inteligencia.
A pesar de lo intrincado del caso, la autora logra exponer los hechos de manera clara y ordenada, sin sacrificar el suspense. La tensión se mantiene hasta la última página, en parte gracias a la escritura directa y precisa, que evita adornos innecesarios y prioriza el ritmo. Alcañiz juega con el lector, lo descoloca, pero también lo guía con maestría por un laberinto emocional y criminal que tiene resonancias sociales más profundas.
El desenlace deja intencionadamente espacio para una posible continuación. Más que una falta de resolución, se trata de una invitación a seguir acompañando a Elvira en sus futuros desafíos. El final abierto funciona como un guiño al lector, que queda con ganas de saber más y de volver a sumergirse en el universo que Alcañiz ha construido con tanto acierto.
Una boya para ahogarte no es solo un thriller eficaz; es una exploración sutil de las verdades ocultas, del poder, la corrupción, y de lo que ocurre cuando el mal se camufla bajo la apariencia de normalidad. Con una protagonista tan rica en matices como Elvira y una trama que atrapa sin concesiones, esta novela se consolida como una lectura obligada para los amantes del género. Adolfina Alcañiz demuestra que no hace falta estridencia para inquietar: basta con saber mirar debajo de la superficie.
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viernes, 11 de julio de 2025
LA SOLEDAD DE ESE INSTANTE FUGITIVO
DE HELLEN CROSS
Los personajes están delineados con una delicadeza que
permite conectar con sus emociones y dilemas. Mayka, la protagonista, arrastra
el peso del legado paterno y el enigma de la desaparición de su abuela Carmen.
Su recorrido interior resulta profundamente humano y conmovedor. Tony, el
inquilino que se convierte en su aliado en la investigación, equilibra la
balanza narrativa: ella es pura intuición; él, mente analítica. Juntos, su relación
aporta no solo tensión narrativa, sino también una complicidad cálida que añade
profundidad emocional a la historia.
En contraste, los antagonistas destacan por su dureza:
figuras que representan el abuso de poder, la ambición sin freno y la manipulación
de la verdad. Su presencia refuerza el conflicto central y da cuerpo al
trasfondo ético y social de la novela.
El misterio que envuelve la desaparición de Carmen, la
abuela de Mayka, durante la dictadura franquista, vertebra toda la trama. Al
sumergirse en la memoria familiar, la protagonista se enfrenta a una verdad
histórica silenciada, marcada por la represión, el dolor y el miedo. Lejos de
ser un simple decorado, el contexto histórico se convierte en motor narrativo y
en eje de reflexión política y social.
La prosa de Cross es ágil, clara y cargada de sensibilidad.
Sin recurrir a adornos innecesarios, consigue transmitir emociones complejas
con autenticidad. Su estilo invita a una lectura fluida y cercana, que envuelve
al lector hasta hacerlo partícipe de cada descubrimiento.
El final, tan inesperado como conmovedor, huye de los
lugares comunes. Es un desenlace valiente, que encaja perfectamente con la
intensidad del relato y deja una impresión duradera. De esos que obligan a
cerrar el libro y permanecer en silencio, digiriendo lo vivido.
Esta obra es especialmente recomendable para quienes
disfrutan de la novela histórica con elementos de intriga. Si te atraen los
relatos que entrelazan memoria, drama familiar y crítica social, La soledad de
ese instante fugitivo es una lectura indispensable. Hellen Cross firma una
historia que emociona, remueve y atrapa por igual.
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miércoles, 2 de julio de 2025
EL CAMIONERO QUE LEÍA A BORGES
DE RAMON GALLART
Gabriel es un hombre marcado por los kilómetros recorridos en soledad, por las madrugadas de carretera y por una vida que, sin que él lo supiera, tuvo un impacto mayor en los suyos de lo que se atrevió a reconocer. El diario que escribe es su refugio, pero también su espejo. Allí vuelca reflexiones, recuerdos y preguntas sin respuesta. A pesar de su aparente rudeza, descubrimos a un hombre sensible, lleno de culpa, ternura y amor no siempre bien expresado.
El hallazgo de Borges como compañero de lectura se convierte en una metáfora poderosa: el hombre de la carretera se abre a la introspección, al laberinto de la palabra. Esta fusión de mundos —el realismo cotidiano de Gabriel y la literatura filosófica y precisa de Borges— no solo enriquece la historia, sino que la eleva hacia territorios literarios de gran profundidad emocional.
Uno de los grandes aciertos de Gallart es su forma de narrar: su prosa es clara, cálida y sin artificios innecesarios. Atrapa desde la primera página no por su ritmo vertiginoso, sino por la honestidad de sus personajes. No hay giros sorprendentes ni dramas exagerados, sino la vida tal como es: compleja, contradictoria, pero siempre digna de ser vivida.
Los temas que recorre la novela—el envejecimiento, la relación entre padres e hijos, el peso de las decisiones pasadas, la posibilidad de redención—son tratados con respeto y profundidad. A través de Gabriel, muchos lectores podrán reconocerse, o reconocer a sus padres, a sus abuelos, a esas figuras masculinas que crecieron creyendo que el amor se demuestra con silencios, que la ternura es una debilidad.
El camionero que leía a Borges emociona sin caer en sentimentalismos. Tiene la capacidad de acariciar al lector, de hacerlo reflexionar sobre sus propias relaciones, sobre el perdón, sobre lo que queda por vivir. La figura de Gabriel se queda con nosotros mucho después de cerrar el libro, como un viejo amigo que, al fin, se ha atrevido a contarnos su historia.
Ramon Gallart logra con esta novela lo que todo escritor anhela: conmover, iluminar y recordar que nunca es tarde para leer, para amar y, sobre todo, para intentar ser mejores.
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miércoles, 25 de junio de 2025
RESEÑA - CON NUESTRAS PROPIAS MANOS
DE JUANA MATEOS BLÁZQUEZ
Con nuestras propias manos, de Juana Mateos Blázquez, es una novela delicada, sutilmente provocadora y profundamente conmovedora, que se adentra en la mirada limpia de una niña que, sin pretenderlo, nos obliga a reevaluar nuestras propias certezas sobre la vida moderna. La protagonista, Marta, es una niña de casi nueve años que se convierte, de forma natural y sin artificios, en la voz narrativa de una historia aparentemente sencilla pero emocionalmente poderosa.
Lo que distingue a este libro es
la autenticidad con la que Mateos Blázquez construye a Marta: su voz no está
infantilizada ni sobredimensionada; está calibrada con ternura y realismo,
haciendo que el lector conecte de inmediato con su manera de interpretar el
mundo. Marta empieza a notar diferencias entre su día a día familiar y el de
sus compañeros, especialmente con Sergio, su vecino. Estas comparaciones no se
presentan con dramatismo, sino con la lógica ingenua y espontánea que solo una
niña puede ofrecer. Y es ahí donde reside la fuerza narrativa del libro: en la
capacidad de mostrar, sin juzgar, cómo nuestras formas de vida se han ido
llenando de artificios innecesarios.
La historia avanza a través de
pequeñas escenas cotidianas que permiten al lector percibir las diferencias
entre el estilo de vida de Marta y el de su entorno. La familia de Marta,
alejada del consumo compulsivo, del exceso de tecnología y de la necesidad de
tener “lo último”, se convierte en un espejo incómodo, incluso revelador, para
quienes viven atrapados en dinámicas sociales automatizadas.
Juana Mateos Blázquez demuestra
una habilidad narrativa especial: logra que su historia funcione en múltiples
niveles. Para el lector infantil, es una aventura íntima narrada por una
protagonista entrañable con la que es fácil identificarse. Para el adulto, es
una llamada al corazón, una invitación a cuestionar hábitos y creencias
asumidas. La autora consigue esto sin moralizar, sin imponer su visión, sino
dejándonos habitar el mundo de Marta para que podamos sacar nuestras propias
conclusiones.
El mensaje central del libro,
“menos es más”, no es una consigna vacía, sino una premisa explorada con
profundidad emocional y estética. No hacen falta grandes regalos ni lujos para
construir un hogar lleno de sentido. Basta con tiempo compartido, palabras
sinceras y, como el título sugiere, cosas hechas con nuestras propias manos.
Ese enfoque artesanal de la vida, donde lo simple se valora y lo cotidiano se
celebra, es lo que otorga a esta obra un lugar especial en la literatura
contemporánea para todas las edades.
Con nuestras propias manos no solo entretiene, también interpela. Y
al cerrar el libro, no solo recordamos a Marta: nos quedamos con una sensación
persistente de que, tal vez, haya otra manera de vivir. Una más lenta. Más
consciente. Más nuestra.
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domingo, 22 de junio de 2025
RESEÑA - SUSURRO EN SILENCIO: DUELO PERINATAL
DE JANE GREY
Susurro en silencio: Duelo perinatal, escrito por Jane Grey, es una obra profundamente íntima y conmovedora que se sumerge en una de las experiencias más dolorosas y silenciadas que puede atravesar una mujer: la pérdida de un hijo durante el embarazo o poco después del nacimiento. Desde la primera página, la autora nos invita a adentrarnos en un viaje emocional narrado desde sus propias vivencias, con una honestidad descarnada y una sensibilidad que desarma.
Lo que hace único este libro no es solo el tema que aborda, sino la forma en que lo aborda. Grey no teoriza, no se distancia; más bien, nos toma de la mano y nos lleva al epicentro de su dolor. A través de una prosa delicada, cuidada hasta en los silencios, Jane comparte no solo lo que vivió, sino cómo lo sintió: el desconcierto, la rabia, el vacío, la culpa, y, finalmente, el lento y tortuoso camino hacia la aceptación. Su escritura tiene ese raro poder de transfigurar el sufrimiento en belleza, y de convertir lo inenarrable en palabra.
Uno de los aciertos más poderosos del libro es que no intenta ofrecer respuestas fáciles ni consuelos superficiales. Al contrario, desmantela esas frases hechas que a menudo se utilizan, con buena intención, pero sin comprensión, como “todo pasa por algo” o “ya vendrán tiempos mejores”. En su lugar, Grey aboga por el respeto al duelo, por la necesidad de nombrar la pérdida, de darle un espacio real y legítimo en la vida de las mujeres y sus entornos. A lo largo de sus páginas, el lector aprende que acompañar en el dolor no requiere soluciones, sino presencia.
Otro aspecto valioso de Susurro en silencio es su capacidad para trascender el testimonio personal y convertirse en un recurso útil, incluso terapéutico. Para quienes han vivido una experiencia similar, puede actuar como espejo, como validación de emociones que muchas veces se viven en soledad o bajo el peso del tabú. Para quienes no han pasado por ello, se convierte en una herramienta de empatía, un manual sincero sobre cómo estar presentes sin invadir, cómo abrazar sin palabras.
El libro también incluye reflexiones profundas sobre el vínculo con el hijo perdido, sobre los cambios en la identidad materna, y sobre el lugar del duelo perinatal en nuestra cultura. A través de estas reflexiones, la autora interpela no solo al lector como individuo, sino también a una sociedad que aún no ha aprendido a nombrar este tipo de pérdidas ni a cuidar a quienes las padecen.
En resumen, Susurro en silencio es un texto necesario. No solo por su valor literario, que es alto, sino por su capacidad de abrir espacios de comprensión y humanidad. Jane Grey ha escrito mucho más que un libro sobre la pérdida: ha construido un puente entre el silencio y la palabra, entre el duelo y la vida que sigue. Un susurro que, paradójicamente, resuena con fuerza en el corazón de quien lo lee.