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domingo, 29 de octubre de 2023

1995

 De Javier C. Montero

1995 es una novela que se adentra en el terreno literario con una valentía y un estilo poco convencional, ofreciendo a los lectores una experiencia única que combina drama y comedia absurda al más puro estilo de Monty Python. Javier C. Montero ha demostrado un talento excepcional al crear esta obra, donde lo inesperado se convierte en la norma y el humor se despliega con gracia y buen humor en cada página.

El autor ha tejido una trama que se caracteriza por una serie de giros sorprendentes, manteniendo al lector constantemente en vilo y desafiando todas las expectativas que puedan surgir. Es importante entrar en la lectura con la mente abierta y dispuesto a dejarse llevar por la narrativa extravagante y surrealista que se presenta. 1995 es un viaje a lo desconocido, donde nada es lo que parece.

Los personajes que pueblan esta historia son entrañables y excéntricos, cada uno aportando su propia chispa a la trama. Rob, Dale, Patricia, María, Tino, Rebeca, Miguel, y hasta Froilán, todos tienen un lugar en este mundo tan particular creado por Montero. A medida que avanza la historia, descubrimos que nadie es exactamente quien aparenta ser, lo que agrega una capa adicional de intriga y sorpresa.

1995 es una obra que invita a los lectores a embarcarse en un viaje inusual y emocionante, donde las risas se entrelazan con momentos de drama, y donde el inesperado es la norma. Es una novela que desafía las convenciones literarias de manera audaz y creativa, y deja una impresión duradera en aquellos que se aventuran a adentrarse en su mundo. Sin duda, este es un libro que merece ser leído por aquellos que buscan una experiencia literaria fuera de lo común, y animo a que el autor continúe explorando este fascinante mundo en futuras novelas.

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jueves, 26 de octubre de 2023

ENTREVISTA A MAR DEL OLMO

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Raúl Reyes: Estoy muy contento de que hayas querido aceptar esta entrevista y poder dar a conocer tu obra entre las lectoras y lectores de este humilde blog. Vamos a empezar si te parece. ¿Cómo te iniciaste en el mundo de la escritura?

Mar del Olmo: Cuando era pequeña soñaba con ser periodista, adoraba las redacciones y tenía mucho cuento, pero no voy a decir que escribo desde siempre, más allá de diarios de niña y adolescente atormentada. Cuando me puse en serio fue cuando necesité una vía de escape para contar mis desvaríos como madre trabajadora harta de unos niños adolescentes y un mundo poco preparado para superheroínas con el pelo sucio como yo. 

R.R.: ¿Quiénes son tus principales influencias literarias y por qué?

M.O.: Me encantaría decir que me han influido los grandes, pero me temo que no. Puedo decir que tengo autores fetiche, pero mi estilo no se parece nada a ellos. Hablo de Ana María Matute en sus últimos años y José Luis Sampedro. Dos genios. Lo que sí es cierto es que también me gustan, como referentes, otros dos grandes del humor: Eduardo Mendoza y David Safier. Si algún día les llego a la sombra me sentiré muy orgullosa de mí misma. 

R.R.: ¿Cómo describirías tu proceso creativo?

M.O.: Creo que escribo de cabeza hasta cuando duermo. De hecho, se me ocurren cosas para incluir en mis novelas, mi blog, un post de redes sociales... Todo es escritura en distintas modalidades. Soy bastante caótica en casi todo en la vida y no consigo hacerme un esquema como marcan los cánones del escritor perfecto. Soy brújula y los personajes me mangonean y escriben sus historias a través de mis manos. Tengo que aprender a imponerme. Con mis hijos me pasa lo mismo. 

R.R.: ¿Tienes alguna rutina para escribir?

M.O.: Música a tope. No soy capaz de aislarme si no hay notas en mis oídos. Y prefiero la soledad. No consigo hacer rutinas para casi nada, así que si me asalta la inspiración o la necesidad me pongo a la tarea de teclear. Suspendí rutina y pretecnología en el colegio de monjas. Si eres muy joven tienes que buscar la asignatura en el colegio. Me gusta lanzar retos. 

R.R.: ¿En qué te inspiras para crear tus historias?

M.O.: En lo que observo. Pero también en anécdotas que me cuentan o que vivo yo. Luego, cada vez más, hay una cantidad ingente de imaginación, algo que nadie ha vivido ni contado y que existe solo en mi mente, que se monta unas películas muy taquilleras. 

R.R.: ¿Qué libros has publicado hasta la fecha?

M.O.: He publicado dos novelas: 45 días por año y El mito del chiringuito, ambos de editorial Samarcanda. Un libro de ensayo del que soy coautora: 15 miradas a la soledad de Arcopress y un libro de relatos que he autopublicado en Amazon y que se titula Todo mar empieza en charco. Ahora estoy en ronda de editoriales con mi tercera novela. 


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R.R.: ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor reto como escritora?

M.O.: Pues creo que exponerme. Está muy bien escribir, disfrutas, es un proceso entre tu ordenador y tú. Pero si quieres dar el salto y publicar esas letras dejan de ser tuyas y pertenecen a todos los que se asomen a su lectura. Da bastante vértigo. Te pueden juzgar y los escritores solemos ser personas vulnerables con muchos miedos. Si la cosa sale mal puedes esconderte en tu cascarón como el caracol... También es todo un reto lo de convertirte en mujer orquesta y aprender a venderte. Esa parte se me da fatal. ¿Quieres comprarme un libro? ¿No? Ya te lo decía yo, una pena como vendedora. 

R.R.: ¿Cómo te enfrentas a la página en blanco y a la falta de inspiración?

M.O.: No me enfrento. Me da más miedo que el coco. He pasado meses sin escribir ni una palabra. Si no me sale, no me quiero forzar. Al final, de un modo indirecto, cuando trabajo también escribo. Soy correctora y siempre tengo relación con las letras. Eso me salva de la obsesión por la falta de musas. 

R.R.: ¿Tienes algún método para trabajar la trama y los personajes?

M.O.: Soy el caos, ¿recuerdas? Tengo poco método, por eso tal vez intento formarme constantemente. De ese modo siempre creo que me impregno de tal manera de las lecciones que aprendo que las aplico sin tener que forzarme. También puede ser que tenga un don y no sepa cómo decírselo al mundo sin parecer soberbia. 

R.R.: ¿Cuál ha sido tu obra favorita hasta el momento y por qué?

M.O.: Pues creo que mi tercera novela es mi favorita por el momento. Creo que es la más elaborada, la más alejada de la realidad, la menos basada en hechos reales. Tengo puestas muchas esperanzas en ella y sé que me va a regalar muchas alegrías. Hoy he desayunado en una taza de Mr. Wonderful, lo siento. 

R.R.: Espero que tengas mucho éxito, Mar. Dime, ¿prefieres escribir un primer borrador a mano o en tu ordenador?

M.O.: Ordenador siempre. 

R.R.: ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar a escribir?

M.O.: Que no se lo piense más y que empiece. La primera vez no sale bien, y puede que la segunda tampoco, pero como todo en la vida, se aprende haciendo. 

R.R.: ¿Qué piensas que hace a una buena historia?

M.O.: Hay tantas buenas historias como maneras de leer. No creo que haya una sola manera de hacerlas. Depende del momento, del ánimo, de un millón de factores externos e internos. 

R.R.: ¿Qué cambios has visto en la industria editorial en los últimos años?

M.O.: El más llamativo es el que cuenta tanto el número de seguidores en redes como la historia. O si eres youtuber, más. Al final, las editoriales se garantizan, si no ventas, sí visibilidad con alguien muy conocido. Son las nuevas reglas del juego. Hay que adaptarse o morir. Y buscar editoriales pequeñas y medianas que no buscan ese tipo de publicaciones. 

R.R.: ¿Cuál es tu opinión sobre los talleres de escritura y los cursos de escritura creativa?

M.O.: Cualquier excusa para escribir me parece buena idea. Yo estoy apuntada a un taller y me ayuda. Aprendo de mis compañeros y de mis fallos. Me obliga a ponerme delante de la pantalla y teclear. 

R.R.: ¿Qué opinas sobre el impacto de la tecnología en el mundo de la escritura y la lectura? ¿Has usado algún tipo de software para estilo, corrección y/o redacción? ¿Por qué?/¿Por qué no?

M.O.: Me gusta que haya multitud de formatos para acercar la lectura a todos los sectores. La inteligencia artificial, que es el callo que tenemos que limar ahora, me preocupa lo mismo que un youtuber: son competidores duros de lidiar. Ir contra el futuro es estúpido, habrá que aprender la manera de aprovecharse de lo que viene. En cuanto a los softwares para estilo, corrección, etc., yo voy a pelo, soy correctora y tiro de la máquina más perfecta jamás inventada: el cerebro humano. 

R.R.: ¿Qué opinas sobre la auto-+publicación?

M.O.:Me parece una vía tan válida o más que la publicación con una editorial. De hecho, en muchos casos es mejor esta modalidad que la de las editoriales que son coedición o sin distribución. Siempre que se haga con profesionalidad me parece una maravilla. Yo estoy segura de que repetiré. 

R.R.: ¿Has tenido experiencia con editores y publicación con editorial? Cuéntame qué te ha parecido esta experiencia.

M.O.: He publicado tres obras con editorial y me parece una maravilla. Pero que nadie se llame a engaños, el marketing corre de tu cuenta igualmente. Y encontrar presentaciones y convencer a quien te quiera escuchar que tu libro merece la pena...

R.R.: ¿Tienes futuros proyectos literarios de los que me puedas hablar?

Espero poder contar algo bueno pronto, de momento, solo incertidumbre. 

R.R.: Muchas gracias por participar en esta entrevista, Mar. Ha sido un placer conocerte un poquito más.

jueves, 19 de octubre de 2023

ENTREVISTA A FÉLIX MORALES



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Raúl Reyes.: Hoy tengo el placer de contar con la presencia de uno de los grandes y a quien admiro muchísimo: Félix Morales. Gracias por participar en esta entrevista, Félix. Empecemos con la primera pregunta: ¿Cómo te iniciaste en el mundo de la escritura?

Félix Morales: Escribiendo un cuento de gangsters cuando era niño. Era una mierda enorme, evidentemente, los cuentos de los niños suelen serlo, mira si no los de Lovecraft. Si él escribía mamarrachadas siendo un crío sería pedirme demasiado a mí haberlo hecho mejor, ¿no? El tema es que, ahora que lo pienso, ya había mucho de lo que entiendo que es mi estilo en aquel primer engendro. Luego fui probando y escribiendo mucha más morralla, que espero que nadie descubra y publique tras mi muerte, hasta que di con la tecla de lo que en realidad quería hacer, que no quiere decir que sea menos malo que lo anterior pero al menos a mí me resulta válido.

R.R.: ¿Quiénes son tus principales influencias literarias y por qué?

F.M.: Empezaría por Isaac Asimov, sin dudarlo, pero luego me tengo que ir a cosas muy dispares. Milan Kundera, Paul Auster, Fiodor Dostoievksi, Cervantes y el Quijote, Valle Inclán, Pío Baroja, Neil Gaiman, Michel Houellebecq, Bukowski, por supuesto Lovecraft, Haruki Murakami, Neal Stephenson, Unamuno y últimamente Charlie Kaufmann. Al porqué sólo te puedo decir que uno caga lo que come, ¿no? Llevo leyendo compulsivamente desde los ocho años o así lo cual hace casi cuarenta años de adicción sin tratar y alimentada sin piedad por todos los entornos por los que me he desenvuelto (bueno todos no, tenía una novia cuando adolescente que me decía que se me iba a secar el cerebro como al Quijote de leer tanto, mira que ella estudiaba Filología pero me lo decía, jajaja). El tema es que, por una cosa o por otra, con o sin apoyo, he leído un viaje. Con los años y las obligaciones me he ido relajando y leo un poco menos, pero no me faltan nunca cuatro o cinco libros que me estoy leyendo a la vez. Entonces, claro, de todo eso, pues lo que más me impresiona, me llega o me estimula, o lo que sea, luego me condiciona al escribir, porque saco ideas, enfoques, perspectivas... A veces es como si te dieran permiso para escribir tal cosa que estaba pensando pero me decía esto no, esto es una locura; otras, pues vete tú a saber, pero siempre aprendes algo de cada lectura. Estos autores que te digo al principio son los que me han salido ahora, otro día pueden cambiar, aunque no mucho en algunos casos.

R.R.: ¿Cómo describirías tu proceso creativo?

F.M.: Espasmódico. Funciono por impulsos eléctricos, se me ocurre una idea y me pongo con ella hasta que me bloqueo y lo dejó en barbecho hasta que se me ocurre como seguir. Por medio puedo escribir otra cosa o nada y me concentro en la música, o en leer, o a saber por dónde me da. Entonces reaparece la necesidad de terminar el texto, me enfoco en buscar la idea y sigo, y así. Otras veces, una vez que ya sé lo que quiero, he conseguido disciplinarme y ponerme durante el tiempo que ha hecho falta para sacar algo adelante. Y otras he escrito lo que sea en una sentada. Vamos, que además de espasmódico te diría que caótico e irregular. Queridos niños y niñas, no seáis como yo.

R.R.: ¿Tienes alguna rutina para escribir?

F.M.: Me siento en el ordenador, ya no suelo escribir a mano porque luego hay que transcribirlo igualmente y no ando sobrado de tiempo, pero mi mayor perversión en este aspecto es escribir a mano y con pluma, me pongo música, preferentemente metal extremo, y escribo lo que tengo en la cabeza. Típicamente, antes le he dado vueltas hasta gastarlo a lo que quiero escribir, en el coche, andando, o cosas así.

R.R.: ¿En qué te inspiras para crear tus historias?

F.M.: En la vida misma, en pesadillas, en idas de olla, depende de lo que vaya a escribir. Tendríamos que ir cosa por cosa para decirte de dónde ha salido cada idea. La idea para La senda del hipopótamo, por ejemplo, surgió de un sueño en el que un hipopótamo me chupaba la cara mientras dormía. Cuando me levanté se lo dije a mi pareja de entonces y me dijo que era una ida de olla y que solo se me ocurrían tonterías. No tuve más remedio que escribir una novela sobre eso. Oye, y tiene su público. Es una obra de culto, como tal mis lectores son pocos pero voraces. Es lo que tiene escribir locuras así. Otras cosas son más normales, o vienen condicionadas porque me las han pedido para algo en particular. Cuando nadie muera realmente tenía unas premisas claras, además de ser de zombis, claro, tenía que discurrir en España y no saberse la causa del apocalipsis zombi, ya con eso a mí me salió lo demás solo. Entonces al ambientarlo aquí imaginé una viejita que sería el trasunto de España con el corazón dividido entre su marido el rojo y su tío el facha, ahí entran los zombis y... Bueno, ya si eso te lo lees que está gratis en el "Wappatad" ese como se llame y ya te he dado demasiadas pistas sobre qué va el relato en realidad, la percepción requiere participación, lo decía un marmolillo que había en un local donde ensayaba hace años, ¡gran frase! 

R.R.: ¿Qué libros has publicado hasta la fecha?

F.M.: Tengo dos libros míos. La senda del hipopótamo, de la que te hablaba antes, que es bastante inexplicable, pero tiene mucha miga si quieres profundizar en los mensajes que envía, y Crisis de identidad, que es una novelette creo que le llaman ahora, un cuento largo o novela corta diría yo. Ambas forman parte de Los Preludios a Daemoni Mundi y se pueden leer por separado, ya vendrán más libros que impongan un orden más rígido de lectura, aunque mi idea es que se puedan leer por separado, pero me temo que me va a pasar como a los de la serie esa de Ashoka, que si no te has visto todas las series de periquitos te quedas mirando con cara de tonto y preguntándote quienes son esa gente y por qué tendría que importarte nada de lo que les pase. Mala política porque si ya me leen poco con esto cada vez serán menos. En fin, el tiempo dirá.


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También he participado en algunas antologías. La más reseñable es Orgullo zombi 2 en la que me aceptaron El zombi como voluntad y representación, un interesante relato sobre una entrevista en prime time, horario de máxima audiencia para quienes odiamos los barbarismos, al primer filósofo zombi de la historia, Zombihauer. No te cuento más, pilla el libro que es benéfico y hay un montón de gente interesante escribiendo en él. Otra fue Para mí tu carne, que la sacamos el colectivo literario Sevilla Escribe con la editorial 23 escalones. Esa es un pasote, ahí me codeaba con la élite del momento, Carlos Sisi, Juande Garduño, Alejandro Castroguer... Un pelotazo de antología. Por desgracia, la editorial petó y el libro está bastante descatalogado. Si puedes encontrarlo, píllalo porque es un incunable. Ahí colé Cuando nadie muera realmente, que ya te conté antes. Estoy muy orgulloso de ese relato. Te podría contar de otra más, pero no lo haré, acabé de muy malas maneras con la directiva de esa organización y paso de hacerles publicidad, además supongo que el líder supremo habrá eliminado mi relato de la antología, yo lo hubiera hecho, y si no hala, campeón, ahí tienes otra idea para robarme y luego ponerte un pin a modo de medallita. El caso es que ahí entró el relato Supervivencia, que es otro que me flipa, de ciencia ficción, también está en el "Watappad" en previsión de que me borren y para desvincularme definitivamente de todo aquello, así que lo puedes leer por la patilla sin tener que rascarte el bolsillo. Es una chulada, que está mal que yo lo diga, lo sé, pero como autor muy minoritario o lo digo yo o no lo dice nadie, ¡ja, ja, ja!

R.R.: ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor reto como escritor?

F.M.: Escribir como si no fuese yo. Fracasé. No me apetece hablar de eso, me da vergüencita.

R.R.: ¿Cómo te enfrentas a la página en blanco y a la falta de inspiración?

F.M.: Le doy la espalda. Tengo muchas cosas que hacer en esta vida para quedarme mirando una pantalla en blanco como si estuviese drogado y estuviese sonando Black Sabbath (con Ozzy, evidentemente). Si no sale, no sale, es absurdo luchar contra el asunto. Ya saldrá. Aparco el asunto y a otra cosa mariposa. Es lo bueno de ser irrelevante, no tienes presión por plazos ni mierdas de esas, cuando esté listo, miel sobre hojuelas. No me quiero ni imaginar que yo fuese el de El juego de los tronos con toda esa gente empujando para que termine la novela. Ahí sí que me bloquearía y no sería capaz de sacar adelante ni una letra.

R.R.: ¡Ja, ja, ja! Creo que a G.R.R. Martin se la trae bastante floja acabar con la saga. Sigamos... ¿Tienes algún método para trabajar la trama y los personajes?

F.M.: Ya te dije que antes que soy bastante caótico. Los personajes van creciendo conforme los escribo, a veces tengo que volver atrás para pulir cosas y que sean coherentes porque los he conocido mejor y ya no me pegan conductas anteriores. También suelo identificar a los personajes con alguien que conozco, si eso no sale, como por ejemplo con Nuria, la protagonista de la novela que estoy escribiendo ahora mismo, me cuesta la vida que fluya la historia, quizá por eso lleve tres años liado con esto sin conseguir terminarla. Respecto a la trama, además de intentar hacer un esquema episódico, lo primero que busco siempre es el final, sabiendo dónde voy a ir a parar todo lo demás sale con relativa facilidad.

R.R.: ¿Cuál ha sido tu obra favorita hasta el momento y por qué?

F.M.: ¿Mía? Ni idea, las amo a todas por igual. Quizá le tenga un especial cariño a Un comprador de almas, un relato que también puedes leer en el "Wastapad", y que fue lo primero que me publicaron hace un viaje de años, creo que fue en 2007, en La biblioteca fosca, el número dedicado al Diablo. A día de hoy encontrar el pdf es un viaje de complicado, por eso lo he rescatado. Es una tragicomedia de un pobre diablo menor, un comercial, que no cumple su cupo mensual de almas compradas hace tiempo. Lo demás te lo buscas y lo lees, es divertido. Este relato además tengo plan de reescribirlo como parte de algo mayor, pero eso es prospectiva a muy largo plazo.

R.R.: ¿Prefieres escribir un primer borrador a mano o en tu ordenador?

F.M.: Ya te comenté antes que prefiero hacerlo a mano y a pluma, pero la experiencia demuestra que es una trabajera absurda escribir dos veces la novela. La senda del hipopótamo lo hice así y me arrepentí seiscientos sesenta y siete millones de veces. Mola mucho, pero es una gilipollez cuando además, la realidad, es que tal y como lo escribo a la primera es como se suele quedar. Toco poco los borradores.

R.R.: ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar a escribir?

F.M.: Que jamás escuche consejos de un tipejo como yo.

R.R.: ¿Qué piensas que hace a una buena historia?

F.M.: Que tenga algo detrás, que cuando termines de leerla te quedes pensando en todo lo que te ha sugerido. Creo que cuando una historia es buena de verdad es que porque tiene algo que enseñar, esto ha sido así desde que el mundo es mundo y la literatura era oral y se utilizaba para transmitir conocimiento de generación en generación. Ya sabes, ¿no?, antes de Internet, de la televisión y la radio, incluso antes de la escritura cuneiforme, que los humanos llevamos aquí la pila de años y siempre nos hemos contado historias.

R.R.: ¿Qué cambios has visto en la industria editorial en los últimos años?

F.M.: No estoy muy al tanto de esas cosas, me interesan los libros per se, no lo que lleven detrás. Pero vamos que el premio del planeta se lo siguen llevando los mismos así que supongo que la vida sigue igual, al menos de cara al gran público, en el andargraun siempre se cuecen las cosas de otra manera, pero para hablar de eso tendríamos que meternos en un berejenal enorme, mejor otro día.

R.R.: ¿Cuál es tu opinión sobre los talleres de escritura y los cursos de escritura creativa?

F.M.: Nunca he participado en ninguno, así que no puedo opinar de algo que no conozco.

R.R.: ¿Qué opinas sobre el impacto de la tecnología en el mundo de la escritura y la lectura? ¿Has usado algún tipo de software para estilo, corrección y/o redacción? ¿Por qué?/¿Por qué no?

F.M.: La techné, por definición, es una forma de ampliar y potenciar las capacidades del ser humano de modo que no es algo malo o bueno en sí mismo. Depende del uso que se le de. Como aquello de la soga que contaba Escohotado en sus libros de drogas, que con la misma soga que ahorcas al amotinado salvas al que se cae por la borda, ¿qué tendrá que ver la pobre soga para que digan que es mala o buena? Eso sí, nada en esta vida es gratis y la tecnología igual que te da te lo quita, acuérdate de Platón quejándose, por escrito, de la escritura porque con ella ya no se ejercitaba la memoria como antes y la gente ya no se sabía los poemas de Homero. Es algo que viene de lejos (el puto Platón sigue de actualidad a rabiar, no sé si nos dará para hablar del mito de la caverna, pero agüita si no está más vigente que nunca). Yo de crío me sabía los números de teléfono de todos mis amigos, de mis familiares, un montón de ellos, porque tenía que marcarlos para poder hablar, ahora con los teléfonos móviles no me sé ni el de mi mujer. Dicho esto no he usado esos softwares porque no los conozco ni tenía noticia de su existencia. Jugueteé un poco con el "Gepeto" ese, pero me resultó bastante inútil y lo dejé con la palabra en la boca, ¡que hartible el tío!

R.R.: ¡"Gepeto"! ¡Ja, ja, ja! ¿Qué opinas sobre la autopublicación?

F.M.: Autopublico. Soy muy punk de toda la vida y la filosofía do it yourself viene conmigo en lo más profundo de mi ADN. Eso sí, estoy buscando otras formas de autopublicación más allá de Amazon, pero por ahora es la más barata y cómoda que conozco.

R.R.: ¿Has tenido experiencia con editores y publicación con editorial? Cuéntame qué te ha parecido esta experiencia.

F.M.: Te dije antes de la editorial 23 escalones que nos sacó el Para mi tu carne al colectivo Sevilla Escribe. Pero en esa época trabajaba, estudiaba un Master de neurocosas (llego a saber para lo que me iba a servir y me ahorro el tiempo, el esfuerzo y el dinero) y estaba liado reescribiendo La senda del hipopótamo a ordenador para enterarme de mucho de ese asunto, lo llevaban  otros. Un buen día me pagaron mi parte y al tiempo me enteré de que ya no existía la editorial. No he tenido más experiencia que esa.

R.R.: ¿Tienes futuros proyectos literarios de los que me puedas hablar?

F.M.: Estoy terminando El tercer descenso a la locura de Fermín Antúnez que pinta que será un buen tocho. Lo que sí será seguro es una historia de Daemoni Mundi, ya seguiré más adelante con los Preludios, es momento de entrar en materia. Será la segunda de la saga porque me ha salido así, pero la primera está escrita en una cuarta parte, tendré que darle caña.

Mientras, terminaré una novela corta muy peculiar que estoy escribiendo sobre música que por ahora no tiene título y cuyo final será un disco, una idea muy loca, ahí ando avanzando en ella a ratos.

Además, estoy pensando publicar una novela corta de terror que tengo en el cajón hace tiempo, Podredumbre. Estos días ando releyéndola y viendo cuáles serían los arreglos que habría que hacerle. Me temo que van a ser muchos, por eso se fue al cajón, no quedé nada de contento con ella, pero creo que tiene potencial si le doy una vuelta a algunos conceptos. Algo tendré que hacer mientras salgo del bloqueo con El tercer descenso... he tocado hueso y tengo que resolver una cuestión a la que no veo salida.

Luego quiero salirme de todo el rollo este de Daemoni Mundi y Ciudad Lejana una temporada y enfocarme en una novela de narrativa actual, más costumbrista si quieres, en la que llevo tiempo pensando. De Daemoni Mundi entre unas cosas y otras tengo como doce libros más en la cabeza, quiero hacer otra cosa antes de seguir con ello.

R.R.: ¿Quieres añadir alguna cosa más?

F.M.: Aquí es cuando me enrollaría a hablar de Platón y el mito de la caverna, pero ya he dado la pista, quien quiera que tire del hilo y extraiga sus conclusiones. Si eso lo comentamos por Bluesky, de "Tuister "estoy en proceso de retirada, que yo encantado de hablar de esos temas. Que por cierto lo de la caverna no es solo cosa mía, Byung Chul Han, o como se escriba, está de acuerdo conmigo que se lo he leído en un libro hace poco.

Por lo demás aquí lo dejo que ya he dicho demasiado, dudo que nadie aguante mi traca hasta el final, pero es lo que hay. Gracias por el espacio y todo, Raúl, y gracias a quien haya leído todo lo que he soltado por mis deditos. Abrazos para quienes los merezcan.

ENLACES A SUS OBRAS EN WATTPAD

Cuando nadie muera realmente 

Un comprador de almas

Supervivencia

viernes, 13 de octubre de 2023

¿Por qué elegimos escribir género fantástico?

 

¿Por qué elegimos escribir género fantástico?

El mundo de la literatura es vasto y diverso, abarcando una multitud de géneros y subgéneros. Uno de los géneros que ha cautivado a los lectores de todas las edades es el género fantástico. Este abarca una gran variedad de subgéneros, como la fantasía, el terror y la ciencia ficción. Pero, ¿por qué tantos escritores eligen sumergirse en estos mundos de lo sobrenatural y lo inexplorado?

En el siguiente vídeo algunos autores del género nos lo explican.

Desireé Romay

Desireé Romay es una de estas escritoras que actualmente ha optado por el género fantástico, con el que sorprenderá por su frescura en el enfoque. Con su talento para tejer tramas intrigantes y personajes memorables, Romay ha logrado cautivar a sus lectores tanto con su libro infantil, A todos nos gustan las pompas de jabón, como con su excelente thriller policíaco para adultos Cuerpos rotos. Descubre sus libros en Amazon.

Ángel R. Barrios

Otro escritor que ha elegido el género fantástico es Ángel R. Barrios. Sus historias, llenas de suspense y giros inesperados, han conquistado a muchos lectores. Sus libros están disponibles en Amazon para aquellos que deseen explorar sus creaciones.

Roberto J. Rodríguez

Si te inclinas más hacia la fantasía ficción y el suspense, las obras de Roberto J. Rodríguez son para ti. Sus historias proporcionan una lectura fascinante. Descubre sus libros en Amazon.

Ricardo Soto

Ricardo Soto es otro autor destacado en el género fantástico y la ciencia ficción. Su libro The Mind Reader está lleno de imaginación y originalidad, ofrecen una visión única de un futuro no muy lejano. Puedes encontrar su libro en Amazon.

Mónica de la Fuente

Mónica de la Fuente es una escritora cuyas obras de fantasía han capturado la imaginación de los lectores. Sus historias, ricas en detalle y llenas de magia, son una lectura obligada para cualquier amante del género fantástico. Disfruta de la lectura de Extraños en el subte en Amazon.

MK Gaes

MK Gaes es otra escritora que ha decidido explorar el género fantástico. Sus historias, llenas de personajes complejos y mundos detallados, han fascinado a muchos lectores hasta el momento. Descubre su libro La estrella del Norte en Amazon.

Leonardo Jiménez

Leonardo Jiménez es un escritor cuya obra se centra en el terror y la ciencia ficción. Sus historias, llenas de tensión y suspense, son perfectas para aquellos que buscan una lectura escalofriante e imaginativa. Encontraréis sus obras en Amazon. Autor tiene un fascinante blog que podéis visitar.

José Requena (coautor con Raúl Reyes)

José Requena y Raúl Reyes son coautores de varias obras en el género fantástico. Juntos, han creado historias llenas de aventura y misterio que han encantado a los lectores. Podéis adquirir sus libros en Amazon.

K. Redgar

K. Redgar es un escritor que combina el suspense y el terror oscuro y psicológico en sus obras. Sus historias, que exploran mundos oscuros, son una lectura fascinante para cualquier amante del género fantástico. No os perdáis sus libros, que encontraréis en Amazon.

En conclusión, el género fantástico ofrece una rica variedad de subgéneros y temas que los escritores pueden explorar. Ya sea la fantasía, el terror o la ciencia ficción, estos escritores han demostrado que el género fantástico es un medio poderoso para contar historias cautivadoras y crear mundos increíbles. Descubre sus libros en Amazon y sumérgete en estos universos fantásticos.

martes, 10 de octubre de 2023

LA CASA DEL TRUENO

 DE DEAN KOONTZ

La Casa del Trueno es una novela escrita por Dean Koontz bajo el seudónimo de Leigh Nichols. La premisa de la historia comienza de manera intrigante con Susan Thorton, una científica que despierta en un hospital después de un coma causado por un accidente automovilístico. Sin embargo, Susan no puede recordar su pasado, y el doctor Jeff McGee, que la está tratando, se esfuerza por ayudarla a recuperar su memoria. A medida que la trama avanza, Susan comienza a ver las caras de cuatro universitarios que asesinaron a su prometido años atrás en pacientes y personal del hospital, a pesar de que estos individuos han estado muertos durante mucho tiempo. Este fenómeno inquietante persigue a Susan, y ella se ve obligada a desentrañar el misterio que se oculta detrás de estas apariciones sobrenaturales.

Sin embargo, a pesar de la intrigante premisa inicial, la novela La Casa del Trueno no cumple completamente las expectativas de los lectores acostumbrados al talento de Dean Koontz. El mayor problema radica en que gran parte de la extensión de la historia se dedica a construir una situación inverosímil en la que Susan se encuentra atrapada, lo que se convierte en un proceso reiterativo e innecesario. Esto puede hacer que la trama parezca lenta y tediosa en algunos momentos.

Además, la caracterización de los personajes en la novela es vaga y poco desarrollada, lo que dificulta que los lectores se conecten emocionalmente con ellos. El romance entre Susan y el doctor Jeff McGee carece de autenticidad y profundidad, lo que resta credibilidad a la trama.

El desenlace de la historia también ha sido objeto de críticas negativas, ya que parece estar apresuradamente resuelto y poco satisfactorio para muchos lectores. Este final abrupto puede dejar a los lectores con una sensación de decepción después de haberse sumergido en la trama intrigante durante todo el libro.

Un aspecto adicional que puede dificultar la comprensión de la historia para algunos lectores es la referencia a eventos políticos de la primera mitad del siglo XX, específicamente relacionados con la Guerra Fría entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Esto puede resultar confuso o poco claro para lectores jóvenes o aquellos que no tienen un contexto histórico sólido de esa época.

En cuanto a la narrativa en sí, la calidad gramatical y la estructura del texto cumplen con los estándares de Dean Koontz, lo que sugiere que el autor posee una habilidad innegable para escribir. Sin embargo, parece que la novela pudo haberse beneficiado de un mejor asesoramiento por parte de un editor para pulir algunos de los problemas de trama y desarrollo de personajes.

En resumen, La Casa del Trueno es una obra de Dean Koontz que, a diferencia de la mayoría de sus trabajos, no logra alcanzar las expectativas de los lectores. A pesar de contar con una premisa intrigante y el estilo característico del autor, la historia se ve lastrada por una trama inverosímil y poco desarrollada, personajes poco definidos, un desenlace apresurado y cierta complejidad histórica. Es un ejemplo de una obra de calidad inferior en la extensa bibliografía de Koontz y puede no ser la mejor elección para quienes buscan una experiencia de lectura emocionante y satisfactoria.