RAÚL REYES: ¿Cómo te iniciaste en el mundo de la escritura?
TANIA SANTANA: De forma personal a los seis o siete años, prácticamente desde que supe leer y escribir. Ya he contado en otras ocasiones que me regalaron una máquina de escribir con tan solo cinco años. Desde que supe usarla comencé a escribir relatos, cuentos y reflexiones.
R.R.: ¿Quiénes son tus principales influencias literarias y por qué?
T.S.: Podría nombrarte a un escritor o a dos y quedarme tan alegre, pero te estaría mintiendo. No me viene a la cabeza nadie en concreto, ya que cada libro que he leído para bien o para mal ha tenido una influencia en mí. Han sido esas historias y la manera de contarlas lo que ha influido en mí.
R.R.: ¿Cómo describirías tu proceso creativo?
T.S.: Se me ocurre una idea, algo pequeño. Y si me gusta no paro de darle vueltas. Intento darle forma en mi cabeza hasta conseguir como quiero que empiece, se desarrolle y termine. Algo parecido a una especie de plano mental. Ya con eso me pongo a escribir y es ahí cuando «amueblo la casa» como yo lo llamo. Moldeo a los personajes, improviso algún giro o trama. Pero nunca empiezo a escribir sin tener en mente lo que comento al principio.
R.R.: ¿Tienes alguna rutina para escribir?
T.S.: Siempre tengo que empezar a escribir con una infusión o un cortado.
R.R.: ¿En qué te inspiras para crear tus historias?
T.S.: En las noticias que veo por ahí o en las historias que me cuenta la gente. Es complicado ya que hoy en día prácticamente está todo escrito y cuesta más innovar o sorprender (sobre todo a grandes lectores), pero soy de las que piensa que lo importante es como esté contada la historia, el toque que tú como escritor le das. Creo que eso es lo que marca la diferencia entre dos historias de una misma temática, por ejemplo.
R.R.: ¿Qué libros has publicado hasta la fecha?
T.S.: Las sombras del sótano y 301.
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R.R.: ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor reto como escritor/a?
T.S.: Promocionarme y abrirme a un mundo que desconocía por completo y el cual me daba mucho respeto. Soy una persona que odia hablar en público. Recuerdo mentir en mi época escolar y decir que no sabía algo con tal de no tener que hablar o salir a la pizarra. El hecho de presentar una novela ante tantas personas, o ir a firmas y ferias e interactuar con ellas se me ha hecho difícil en ocasiones. Pero una vez superado, he aprendido de ello y me ha resultado gratificante. Sonará a tópico, pero he aprendido que la mejor manera de superar los miedos es enfrentándote a ellos.
R.R.: ¿Cómo te enfrentas a la página en blanco y a la falta de inspiración?
T.S.: ¿Me crees si te digo que no me ha pasado lo de la página en blanco? Por eso lo voy armando todo en mi cabeza antes. Ya cuando me siento sé cómo lo quiero. Lo que sí me ocurre ahora es falta de motivación que no de inspiración. Tengo una libreta con bastantes ideas que me gustaría desarrollar, pero no veo el momento. Cuando decidí desaparecer de Twitter por un tiempo, comenté que lo hacía por un bache personal que estaba pasando. Eso ocurrió en el verano del año pasado. Desde ese entonces no soy capaz de escribir más que reflexiones o algún relato. Yo soy lo que escribo y aunque lo que escriba sea ficción, en cada libro pongo mucho de mí misma. Y esa parte ahora mismo está en OFF, rota. Así que de momento me lo tomo con calma y disfruto promocionando lo que ya he escrito.
R.R.: ¿Tienes algún método para trabajar la trama y los personajes?
T.S.: En realidad, no. Según la historia los visualizo y apunto los rasgos principales de cada uno. Sin querer pongo partes de mí en algunos, lo intento evitar, pero me es imposible. También de personas de mi entorno. Uso nombres o rasgos de sus personalidades. Para el caníbal no, por suerte no tengo en mi entorno a nadie con esas tendencias. De momento…
R.R.: ¿Cuál ha sido tu obra favorita hasta el momento y por qué?
T.S.: Las sombras del sótano, porque fue la primera. Porque disfruté una barbaridad, poniéndome en la piel del caníbal. Porque la escribí sin ninguna pretensión más que la de disfrutar y verla publicada fue un auténtico sueño. He de reconocer que con 301 he mejorado mi escritura, pero no lo disfruté tanto porque me agobié pensando en si iba o no a gustar, ya que es totalmente diferente a la primera y normalmente cuando a alguien le gusta tu primer libro, quieren que sigas en la misma línea. Por eso siempre he dicho que a mí me gusta contar historias. Crear el libro que a mí me gustaría leer, aunque eso implique que sea muy diferente la una de la otra.
R.R.: ¿Prefieres escribir un primer borrador a mano o en tu ordenador?
T.S.: En mi ordenador. Reconozco escribir muy poco a mano.
R.R.: ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar a escribir?
T.S.: Que escriban para ellos, no pensando en los demás. Que no intenten imitar a nadie, por mucho que les guste, la esencia de cada persona es única y se nota en el papel. Y sobre todo mucho cuidado a la hora de publicar. Hay que informarse bien con quién se involucra uno, ya que cuando somos nuevos en este mundo todo nos parece bonito y luego surgen los problemas.
R.R.:¿Qué crees que hace a una buena historia?
Que entretenga, en mi opinión. De nada me sirve que esté escrita con las más exquisitas palabras y descripciones si la historia se me hace pesada y siento que estoy perdiendo mi tiempo. En mi caso, cuando leo, quiero evadirme, entretenerme. Para aprender, compro libros específicos o de alguna temática en concreto. Por lo que si no consigue ese efecto en mí, el deseo de seguir leyendo, aunque sepa que es hora de dormir, las ganas de tener un hueco libre para seguir con la historia y ver qué ocurrirá, entonces para mí no es una buena historia. Pero, vaya. Que es solo mi humilde opinión.
R.R.: ¿Qué cambios has visto en la industria editorial en los últimos años?
T.S.: La industria editorial no deja de ser una empresa y como tal quiere beneficios. Es entendible, yo también los querría. Pero en los últimos tiempos están dejando de lado la calidad literaria para centrarse en otros aspectos. Sé de personas a las que han rechazado por no tener el número de seguidores suficientes en redes sociales a pesar de que sus obras son muy buenas. Entiendo que publiquen a famosos e influencers, son apuestas seguras que dan beneficios y un gran empujón a las editoriales en un mundo en el que cada vez cuesta más vender un libro. Pero no se debería de olvidar la otra parte, los no conocidos. Luego veo quejas sobre la autopublicación, y las ventas en Amazon. Aun así, por algún sitio hay sacar la cabeza.
R.R.: ¿Cuál es tu opinión sobre los talleres de escritura y los cursos de escritura creativa?
T.S.: Mi opinión sobre estos talleres son un sí y un no. Realicé uno, el cual solo me sirvió para frustrarme. Notaba que intentaban cambiar mi forma de escribir, y no ayudarme a mejorarla. Desde mi punto de vista, esa debería de ser la función de estos talleres. Es como si a un cantante le dices que en vez de mejorar su técnica o su afinación, intente cambiar la voz o imite a otro.
T.S.: No funciona así para mí. Estos talleres me parecen productivos cuando te ayudan a mejorar y a pulir tu forma de escribir. De lo contrario no les veo sentido alguno.
R.R.: ¿Qué opinas sobre el impacto de la tecnología en el mundo de la escritura y la lectura? ¿Has usado algún tipo de software para estilo, corrección y/o redacción? ¿Por qué?/¿Por qué no?
T.S.: Que ha habido un gran impacto es un hecho. Por desgracia no tengo ni idea en cuanto a esos programas, así que la corrección se la dejo a un profesional, al igual que la maquetación y el diseño.
R.R.: ¿Qué opinas sobre la autopublicación?
T.S.: Mi segundo libro es autopublicado, y no tiene nada que envidiar al de una editorial tradicional. Como dije en la anterior pregunta, todo lo dejé en manos de un profesional. Me aseguré de que tuviera la máxima calidad posible en todos los aspectos. Lo malo es que la calidad de Amazon nada tiene que ver con la de la imprenta en la que imprimo los libros y eso fastidia un poco, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de escritores que publican con ellos. No entiendo cómo no se han planteado una mejora tanto en eso como en otros aspectos.
Pero en cuanto a la autopublicación que me desvío, creo que es el futuro y un grano en el culo para las grandes editoriales.
R.R.: ¿Has tenido experiencia con editores y publicación con editorial? Cuéntame qué te ha parecido esta experiencia.
T.S.: Sí, con Avant Editorial. No me quiero extender porque podría pasarme el día entero contándote mi descontento con ellos. Lo dejo en que ha sido una mala experiencia que me ha servido para aprender un poco sobre este mundo y que por fin he recuperado mis derechos y firmado con otra editorial.
R.R.: ¿Tienes futuros proyectos literarios de los que me puedas hablar?
T.S.: Como ya comenté antes, no. Tengo bastantes ideas, pero no estoy ahora mismo con nada. Si algo no fluye, no lo fuerces. Ya saldrá.
R.R.: ¿Quieres añadir alguna cosa más?
T.S.: Darte las gracias, Raúl. Por la entrevista y el apoyo, compañero. Y a los que hayan llegado hasta esta última pregunta, darles las gracias por dedicarnos un ratito y sobre todo animarles a seguir leyendo. Ya sea a mis compañer@s o a mí, pero lean.
Un fuerte achuchón.
