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jueves, 4 de julio de 2024

VIDAS EN PARALELO

Después de dar 50 vueltas al sol te planteas muchas cosas. Hace unos días, mientras tocaba al bajo una canción de Bad Religion, me detuve ante el concepto de la canción (Parallel) y me di cuenta de que aún años después de mi época combativa (dígase adolescencia), he conservado mis principios. 



Entre ellos y el que más valor siempre ha tenido para mí es el de no haber sucumbido a la ambición desmesurada, aquella con la que algunas personas (si así se les puede llamar a este tipo de individuos) arrollan, pisotean y vapulean a todo/a aquel/la que tiene la desgracia de ponerse entre ellas y sus ambiciones. 


Los políticos, grandes empresarios y emprendedores son algunos ejemplos, aunque seguro que te encuentras con algún que otro elemento de estos a pequeña escala en tu día a día. 


Haciendo resumen puedo decir que mi vida ha girado al entorno de estos principios:


I. La Primacía del Ser sobre el Hacer


El éxito personal no se mide por los logros laborales (ni por likes ni número de seguidores en redes sociales), sino por la plenitud y la paz interior. Antes de ser trabajadores, somos seres humanos con necesidades, pasiones y sueños. El trabajo debe ser un medio para desarrollarnos, no el fin último de nuestra existencia. Quien no vea esto rápidamente va a tragar más mierda de lo que se pueda imaginar.


II. La Riqueza de las Relaciones


Las relaciones sociales (reales) y familiares son tesoros que deben ser cultivados con la misma diligencia que nuestras carreras. El éxito verdadero se refleja en la calidad de nuestras interacciones y en el amor que damos y recibimos.


III. El Equilibrio como Fundamento


La armonía entre la vida laboral y personal es esencial para un éxito sostenible. Sacrificar la salud, las relaciones o la felicidad por el trabajo es un precio demasiado alto y un signo indiscutible de que eres más tonto que Abundio (legendario personaje que participó solo en una carrera y quedó segundo). El equilibrio es la clave para una vida plena.


IV. La Ambición Laboral en su Lugar


La ambición laboral es importante, pero no debe eclipsar otros aspectos de la vida. El trabajo es una parte de quiénes somos, pero no define nuestra valía ni nuestro legado. Que no te dejen engañar esos vende-humos del coaching laboral, que se les llena la boca de toda esa mierda del team work, el crecimiento en la empresa (directamente proporcional al del bolsillo de tu jefe, no el tuyo). Si de dejas poseer por la ambición a gran escala, ya verás qué solitario y triste funeral tendrás. Hay que salir por la puerta grande. Chaval/a, lo que siembres, recogerás.


V. El Éxito Definido por Uno Mismo


El éxito es un concepto subjetivo y personalizado. Cada individuo debe definir qué significa para él o ella, sin dejarse llevar por las expectativas sociales o las comparaciones con los demás. Deja atrás el FOMO y ve a tu rollo.


VI. La Contribución Social como Meta


El éxito alcanza su máxima expresión cuando contribuimos al bienestar de la sociedad. Usar nuestras habilidades y recursos para mejorar la vida de otros es la manifestación más noble del éxito. Quien tiene poco, dará lo que pueda y los que tenéis demasiado, haced algo, imbéciles.


VII. La Familia como Refugio y Escuela


La familia debe ser tanto un refugio seguro como una escuela de vida. El éxito familiar se mide por la fortaleza de sus lazos y por las lecciones de amor, respeto y apoyo mutuo que se enseñan.


VIII. La Autenticidad como Valor Supremo


Ser auténticos en todas las facetas de la vida es esencial para un éxito genuino. La integridad y la honestidad deben ser los pilares sobre los que construimos nuestra carrera y nuestra vida.


IX. La Salud como Prioridad


Sin salud, no hay éxito que valga. Cuidar de nuestro bienestar físico, mental y emocional es fundamental para poder disfrutar de los frutos de nuestro trabajo.


X. La Felicidad como Brújula


La felicidad no es solo un objetivo, sino también una guía. Las decisiones que nos acercan a la felicidad verdadera son las que nos conducen al éxito más profundo y duradero.


Por eso mi vida fluye en paralelo al de todos aquellos que se guían por una ambición sin límites. Jamás se cruzarán, estamos a años luz. 


Y eso me alegra.


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