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domingo, 28 de septiembre de 2025

RESEÑA - RECETAS CON RETÓRICA

Abrir Recetas con retórica es como entrar en una cocina perfumada por especias narrativas y aromas de pensamiento profundo. Anastasia Sopale Thompson nos recibe como una chef de las letras, desplegando ante nosotros un banquete compuesto por siete menús completos, cada uno maridado con tres historias que funcionan como platos principales, guarniciones emocionales y postres reflexivos. El resultado: 21 relatos que no solo alimentan el intelecto, sino que despiertan el paladar de la imaginación.

La estructura del libro es un festín cuidadosamente diseñado. Cada menú tiene su propia sazón temática: desde lo cotidiano servido con salsa de ironía, hasta lo filosófico cocido a fuego lento en caldos de introspección. La autora no teme mezclar ingredientes dispares—humor, melancolía, crítica social, ternura—y lo hace con la destreza de quien conoce bien su despensa emocional. Hay relatos que crujen como pan recién horneado, otros que se derriten como mantequilla sobre palabras cálidas.

La prosa de Thompson es una mezcla perfecta entre técnica y alma. Su pluma, poderosa y sabia, corta con precisión quirúrgica cuando hace falta, pero también sabe batir con suavidad cuando el texto requiere ligereza. Hay una elegancia en su estilo que recuerda a los grandes chefs: nunca sobrecarga, nunca subestima al lector-comensal. Cada frase está emplatada con intención, cada giro narrativo tiene su punto justo de cocción.

Lo más delicioso del libro es su capacidad para provocar hambre de reflexión. Algunas historias se sirven con una fina ironía que condimenta la lectura sin empalagar. Otras se presentan como platos de autor, donde lo importante no es solo el sabor, sino la experiencia estética completa. Thompson nos invita a sentarnos a su mesa, pero también a mirar dentro de nuestra propia alacena emocional.

Recetas con retórica no es solo un libro: es una experiencia gastronómico-literaria que se degusta con los cinco sentidos. Ideal para lectores que buscan algo más que alimento rápido; este es un menú de degustación para el alma, servido con inteligencia, belleza y una pizca de provocación.

Bon appétit, lector. Este festín merece repetirse.

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