RESEÑA - LA CICATRIZ

 DE JUANA MATEOS

La cicatriz llegó a mis manos como “libro viajero” gracias a la iniciativa de Libros Soñados, y desde las primeras páginas supe que estaba ante una obra que no me dejaría indiferente. Ambientada en Lorca, en la primera mitad del siglo XX, la novela nos sumerge en un mundo rural marcado por las jerarquías sociales, donde los señoritos y terratenientes ejercen un poder casi absoluto sobre criados y labradores. Juana Mateos, con su buen hacer narrativo, construye una historia dura y conmovedora que refleja con crudeza los abusos de la clase alta y la vulnerabilidad de quienes apenas tienen voz para defenderse.

La trama se inicia con el amor prohibido entre Jaime, hijo de los terratenientes, y una joven sirvienta. El embarazo de la muchacha desencadena la ira de doña Jacinta, matriarca implacable que la expulsa sin contemplaciones. La criada, refugiada en una casa semiderruida, da a luz a un niño que pronto se convierte en el vivo retrato de su padre. El rumor del parecido se extiende y llega a oídos de la señora, justo cuando Jaime está a punto de casarse con una joven adinerada. Para evitar el escándalo, doña Jacinta ordena a su hijo “resolver” el problema, gesto que marcará el inicio de una cadena de intrigas, venganzas y heridas que atraviesan generaciones.

Lo que más impacta de La cicatriz es la impunidad con la que actúan los poderosos. Doña Jacinta, su hijo Jaime y su nieto Carlos encarnan la crueldad sin límites, capaces de manipular destinos y ejercer violencia sin remordimientos. Frente a ellos, los personajes humildes luchan por sobrevivir, por mantener la dignidad y por encontrar un resquicio de justicia en un entorno hostil. La novela se convierte así en un espejo de las desigualdades sociales de la época, pero también en un relato universal sobre el abuso de poder y sus consecuencias.

La escritura de Juana Mateos destaca por su capacidad de mantener al lector en vilo. Con un estilo claro y envolvente, logra que cada giro de la historia despierte indignación, ternura o esperanza. La cicatriz que da título a la obra no es solo física o emocional: es también la marca indeleble que deja la injusticia en quienes la padecen, y la memoria que se transmite de generación en generación.

En definitiva, La cicatriz es una novela que atrapa, sacude y conmueve. Una lectura muy recomendable para quienes buscan historias intensas, capaces de mostrar la crudeza de la vida y, al mismo tiempo, la fuerza de la superación personal.

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