M.K. GAES: Bueno, por si no lo sabéis, mi madre escribía poesía. Digo escribía porque ahora tiene Alzheimer. De hecho, consiguió algunos premios locales por sus versos y acudimos juntas a algunos certámenes literarios. Tiempo después, una de mis hermanas siguió sus pasos en la literatura, se tituló en Filología Hispánica y logró que se publicaran algunos de sus relatos cortos.
En mi caso, yo estudié Farmacia y me doctoré en Salud Pública y Medicina Preventiva. Fue así cómo me convertí en la hija rollo que escribe cosas aburridas sobre salud que no le interesan a nadie. Lo que no sabían en mi casa era que, cuando tenía 14 años, comencé a inventarme escenas para una extraña y oscura historia. A esa corta edad, escribí unas pocas páginas de lo que hoy es la saga La Estrella del Norte. Lo cierto es que nunca me planteé que yo, la científica, sirviera para escribir hasta que hace un año la saga se hizo realidad al publicarse su primer volumen: La Rueda del Destino.
M.K.: Debo decir que soy un poco anárquica en lo de escribir. Es decir, no trato de imitar a nadie y no sabría decir a quién me parezco escribiendo. Sí que puedo hablar de libros que me gustaban mucho en el momento en el que comencé a crear esta historia con 14 años. Por aquel entonces, era una asidua de las librerías en busca de nuevos libros de la antigua Timun Mas. Entre ellos, sagas como la de Dragonlance, El Ciclo de la Puerta de la Muerte y cositas de Dungeons & Dragons. También había leído ya por entonces El Hobbit y El Señor de los Anillos. Podríamos decir, por tanto, que todo comenzó con esos libros.
R.R.: Yo también tuve esos libros. Fueron también muy inspiradores para mí, así que entiendo perfectamente cómo te han llegado a influenciar. Tengo curiosidad en saber cómo describirías tu proceso creativo. ¿Qué me dices al respecto?
M.K.: Caótico. La historia está en mi mente, lo ha estado durante muchísimos años, acompañándome en las salas de espera del aeropuerto, en los trenes, en los hoteles perdidos en mitad de la nada, siempre que se hacía el silencio. No soy brújula, sé todos los pasos que va a dar mi historia, tengo escrito hasta el final del sexto libro. Tampoco soy mapa. Digamos que la historia al completo está en mi mente y vuelco cada día un trocito de la historia al papel, pero no lo hago en orden, simplemente, cada día trabajo algo que me apetece trabajar. ¿Existe alguna definición parar desordenado en el papel y ordenado en la cabeza?
R.R.: Definición no sé, pero me parece fascinante. Siguiendo con el proceso de escritura... ¿Sigues alguna rutina para escribir?
M.K.: No. Escribo en huecos del trabajo y, además, tengo a dos gatos (Rasca & Pica) que me interrumpen constantemente porque no les gusta nada que esté mucho tiempo sin admirarlos. Así que mi rutina podría definirse también como caótica.
R.R.: Jajaja, Rasca & Pica ya debe hacer referencia a dos buenas piezas... Y a la hora de escribir o empezar un proyecto, ¿en qué te inspiras para crear tus historias?
M.K.: En vivencias personales y no personales. He viajado bastante y he visto cómo las sensaciones cambian según donde estés. Una de las cosas que quise para mi saga es que se centrara en la emotividad de los personajes y que, en vez de ser una sucesión de hechos que llevara a completar una aventura, fuera una sucesión de emociones que llevaran a completar una misión.
R.R.: Vaya, eso suena de lo más interesante. Tengo ganas de leérmelo. Para quienes estén leyendo esta entrevista, ¿podrías decirles qué libros has publicado hasta la fecha?
M.K.: Actualmente, el Libro I de la saga La Estrella del Norte, que se llama La Rueda del Destino y que es un libro de fantasía oscura. También, he publicado algunos relatos que están disponibles en mi blog bajo el título de Relatos Imperfectos de Amor y Noche (https://mkgaesfantasia.blogspot.com/p/relatos-cortos.html). Estos, a diferencia de la saga, estarían dentro del realismo o del realismo fantástico.
R.R.: Madre mía, estás que no paras y eso me mola. Vamos ahora a lo más personal como escritora. ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor reto como escritora?
M.K.: En realidad, puesto que soy un culo inquieto, permanecer sentada el tiempo suficiente como para iniciar la tarea y darme la oportunidad de llevar a un papel lo que había en mi cabeza. Debo admitir que tuve ayuda con ello. Por algún extraño motivo, decidí caerme por las escaleras y destrozarme un tobillo. Después, la cosa de estar sentada salió sola.
R.R.: Comprensible. Y ahora hablemos de demonios... o al menos del más molesto para los escritores y escritoras. ¿Cómo te enfrentas a la página en blanco y a la falta de inspiración?
M.K.: La verdad es que no me enfrento a ello, huyo. No creo que haya que forzarse. Si no tengo ganas de escribir, si no encuentro la manera de describir algo, me doy un paseo, le doy tiempo, hago otra cosa. Al final, siempre encuentra uno la forma de volver a la historia.
R.R.: Es cierto. Yo mismo resuelvo problemas de trama o encuentro la salida a aquellas lagunas en la historia dando un paseo con Thelma, mi perrita. ¿Tienes algún método para trabajar la trama y los personajes?
M.K.: Mi método es meterme de lleno en ello. Tengo una mente a la que le es fácil recrear las escenas. Me tumbo, me imagino la escena, la construyo, corro a por un papel antes de que se me olviden los diálogos, pienso cómo me sentiría yo si fuera el personaje, etc. A veces hago esto mientras ando, aunque no os lo recomiendo, puedes tropezarte por andar sin mirar y la gente te va a mirar raro cuando te rías al imaginarte una escena graciosa.
R.R.: ¿Cuál ha sido tu obra favorita hasta el momento y por qué?
M.K.: Va a sonar raro porque no tiene nada que ver con mis libros, pero, si tuviera que elegir una única obra, me quedaría con El lobo estepario de Hermann Hesse. ¿Por qué? Porque de alguna forma describe esa forma en la que siento que no encajo en la sociedad.
R.R.: Por curiosidad, ¿prefieres escribir un primer borrador a mano o en tu ordenador?
M.K.: Uf, tengo letra de médico, la mitad de las veces no soy capaz de descifrar ni lo que pone en mi lista de la compra. Siempre en el ordenador.
R.R.: Después de tu experiencia de publicar tu primera novela, ¿qué consejos le darías a alguien que quiere empezar a escribir?
M.K.: Cada cual tiene sus métodos, pero para mí es vital tener un plan claro en la cabeza y saber qué quiero que el lector sienta con cada escena antes de volcarlo en el papel. Las pocas experiencias reorganizando y reescribiendo cosas que he tenido han sido bastante desmotivadoras y prefiero no escribir en varios días a escribir algo que no estoy segura de si funcionara y que, luego, probablemente tendré que cambiar. El resto es pelearte con la redacción y la corrección y ahí cada uno lo haremos mejor o peor.
R.R.: ¿Qué piensas que hace a una buena historia?
M.K.: Depende de lo que tú busques. Algunas personas quieren algo trepidante, otras quieren enamorarse de los personajes, y otras, quieren algo que alimente su mente. Para mí, una buena historia es la que me lleva a reflexionar.
R.R.: ¿Qué cambios has visto en la industria editorial en los últimos años?
M.K.: Creo que ha habido cosas buenas como la autopublicación, que da una oportunidad a algunos escritores que no la tenían, incluidos los que no eran bien vistos por polémicos o por escribir historias fuera del canon esperado. Como punto negativo, se ha visto un incremento de falsas editoriales. Lo que sí que he notado y me parece algo pernicioso es que hay una tendencia a suavizar la dureza de la vida. Algo es seguro, la realidad de los países ricos no es la del resto del mundo. Es como si desde nuestro palco de honor no quisiéramos ver nada negativo. Mi idea es que ignorar algo no hace que desaparezca.
R.R.: ¿Cuál es tu opinión sobre los talleres de escritura y los cursos de escritura creativa? No es algo nuevo, pero ahora con las redes sociales hay más difusión sobre éstos.
M.K.: Si os soy sincera, no he atendido a ninguno, pero no lo descarto. Simplemente, no se ha dado la oportunidad de apuntarme a alguno.
R.R.: ¿Qué opinas sobre el impacto de la tecnología en el mundo de la escritura y la lectura?
M.K.: Lo cierto es que admiro a los escritores de antes que usaban esas máquinas de escribir con las que te dejabas el meñique y, si te equivocabas, tenías que tirar la hoja. Para mí, que no tengo paciencia, hubiera sido dificilísimo plantearme escribir un libro con ellas. La tecnología actual es maravillosa en términos de guardado de borradores, maquetación, corrección, etc. Yo trabajo en la nube, lo que me da la posibilidad de cambiar de ordenador y trabajar en remoto. Por lo demás, trabajo en Word. Sé que hay mejores opciones, pero, por ahora, me apaño con eso y el apoyo de un revisor.
R.R.: ¿Qué opinas sobre la autopublicación?
M.K.: Bueno, ahora mismo La Rueda del Destino está en ese formato. Creo que es una oportunidad inmensa para jóvenes escritores y para todo aquel que quiera escribir y gestionar sus libros como desee. Solo le veo algunos pequeños problemas como la proyección internacional y las dificultades para llegar a libreros y ferias. Digo pequeños porque no todos llegaremos a sentir que eso sea un problema, solo aquellos que vendan más y lleguen a enfrentar esas dificultades. Por ahora está siendo una experiencia agradable, algo que va paso a paso y puedes disfrutar.
R.R.: ¿Has tenido experiencia con editores y publicación con editorial?
M.K.: No he tenido ninguna experiencia en literatura con ellas (sí mucha en el área de editoriales de sanidad). Envié La Rueda del Destino a algunas editoriales y la contestación, en su mayoría, fue acerca de las dificultades de publicar sagas, así que poco más puedo aportar.
M.K.: En mi caso, por falta de tiempo y falta de experiencia, tengo problemas con el marketing en términos de booktrailers y material digital de promoción. Uno piensa que escribir lo es todo y luego te das cuenta de las miles de actividades distintas que tienes que hacer para promocionarte. Es ahí donde la cosa se complica.
R.R.: Y para finalizar, Maca, ¿tienes futuros proyectos literarios de los que me puedas hablar?
M.K.: Bueno, tengo casi listo ya el segundo libro de la saga La Estrella del Norte, que saldrá en verano/otoño de este año. Os avanzo algo: se titula Combates de Fuego y Noche.
R.R.: Pues eso es todo por mi parte, Maca. Muchas gracias por haber dedicado tu tiempo en este humilde entrevista. ¿Te gustaría añadir alguna cosa más?
M.K.: Muchas gracias por vuestro interés.
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